Laguna de Gredos

Una bonita vista de La Laguna

Marcha corta (14 km) pero intensa. Aquellos que conozcan la ruta por hacerla a pie (de hecho las primeras personas que conozco que la hayan hecho en bici somos Oscar y yo) saben que el camino es prácticamente un empedrado contínuo repeleto de escalones hechos con traviesas de madera y consistente en una subida constante hasta Los Barrerones para bajar directos a La Laguna Grande, donde encontramos un refugio de montaña a los pies del Almanzor. La vuelta la hacemos por el mismo camino.
No hay más, pero tampoco es poco. Desde que comenzamos a pedalear en el aparcamiento de la plataforma nos encontramos con una dura pendiente para entrar en calor, con el firme irregular del empedrado para la velocidad que llevamos, pues éste está bastante liso. Más adelante suaviza un poco la pendiemte, incluso llegamos a tener un ligero falso llano para cruzar un riachuelo por un puente de hormigón y comenzar a empinarse de nuevo el sendero, pero ahora con mayor número de escalones, alguno de cierta altura, que nos hacen gastar fuerzas a marchas forzadas. Una vez que coronamos en Los Barrerones comenzamos un descenso inicialmente más sencillo y rápido pero que según nos acercamos a la parte baja se va complicando técnicamente, con canchales en medio del sendero, más sinuosidades, más pendiente... más diversión.
Al llegar a la altura de la laguna y por la época del año en que nos encontramos podemos pasar por el camino sin problemas (más adelante, con nieve, tendríamos que cargar con las bicis y pasar por la pared agarrados a un cable).
Mencionar las cabras montesas que hemos podido ver según bajamos y que a nuestro paso se alejan en rápida desbandada.
Tras un ligero descanso junto al refugio emprendemos el camino de vuelta, con una ascensión ahora más complicada y que nos obliga a hacer algunos tramos a pie para luego en el descenso poder coger velocidad y divertinos con infinidad de pequeños saltos en los escalones, curvas cerradas en forma de Z, algún que otro paso algo más complicado por el tamaño de la piedra...
En resumen, una jornada corta pero divertida que ha puesto a prueba nuestras fuerzas por los ascensos largos, empinados y tirando contínuamente del manillar para superar los escalones y 2 largos descensos por piedra que nos han hecho disfrutar a tope. Todo en un día despejado y con poca gente gracias a que hemos madrugado, aunque haya supuesto comenzar a pedalear a -1ºC y con algo de bruma.


MGJ.