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15 de mayo de 2011

Sol, paisajes y auténtico mountainbike

Descendiendo por el cortafuegos.

Una de las mejores formas de pasar la mañana del domingo: practicando auténtico mountainbike, descubriendo nuevos caminos en zonas por las que estás harto de pasar, con la mejor compañía que se pueda imaginar y con un tiempo soleado (aunque no caluroso por el aire del norte que ha hecho acto de presencia) que resalta de manera increible los colores del terreno: amarillos y verdes intensos bajo el azul del cielo y el blanco de los restos de nieve de la sierra; sin olvidar, por supuesto, los olores de la primavera.
Puede parecer una descripción idílica pero es precisamente lo que hemos tenido. Comenzamos a pedalear con puntualidad, a la hora que habíamos fijado y sin pausa directos hasta Peña Negra para descender por la cara sur y coger la pista circular del Cancho de la Muela; en esta ocasión la hemos hecho en sentido inverso al habitual, subiendo por la parte más dura para una vez arriba salirnos del camino, cargar con las bicis al hombro y subir por el pinar siguiendo los hitos a lo largo de un sendero empinado y estrecho hasta el mismo Cancho. El descenso también con variaciones respecto a la pista, "atajando" por el cortafuegos, con una pendiente de vértigo que sólo los más hábiles y lanzados han sido capaces de completar sobre la bici.
Ya en la carretera, y para terminar la jornada, nos dirigimos a Candelario para disfrutar de una cerveza bien merecida.
Seguro que hay otras maneras de pasar el tiempo, pero no mejores, al menos en mi opinión.
Y la próxima cita... Las Médulas.

MGJ.

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