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21 de abril de 2013

Sol, agua, piedra

Con el agua hasta las rodillas.
Domingo, sol y buena temperatura; terminamos de hacer unos ajustes de última hora y decidimos el camino a seguir. Iván quiere hacer un tramo concreto, la parte final de un cortafuegos que hicimos hace unos meses, así que diseñamos la ruta y nos ponemos en marcha hacia la Presa de Navamuño para, una vez en ella, coger el camino que la recorre de cabeza a cola.
Ya en los primeros metros de éste confirmamos lo que ya sabíamos, está encharcado, pero no queremos variar el recorrido y seguimos adelante. Hasta abandonarlo vamos a encontrar varios charcos de grandes dimensiones que unos atraviesan por medio y otros rodeamos por la ladera del cerro que estamos transitando; los atrevidos se mojan, alguno casi hasta las rodillas, pero no falta el buen humor y cuando conseguimos terminar este tramo se nos ha echado el tiempo encima.
Oscar nos ha abandonado unos instantes antes por tener que ir a atender otras obligaciones (la F1 no perdona), y el resto decidimos que en lugar de subir a Peña Negra variamos los planes para dirigirnos hacia el camino de los Paporros; justo antes de llegar al mismo hay un tramo que se puede bajar por el camino o atajar por la ladera, un terraplén de piedra suelta que nunca he bajado. "Se tiran" primero Iván y Sandra, que lo bajan con cierta dificultad debido al mal estado del firme, muy inestable; detrás vamos Antonio y yo, que comenzamos un poco titubeantes y de repente nos pasa por nuestra izquierda Paco, que baja como si le persiguiera un jabalí, llega abajo, suelta la bici y nos grita orgulloso "Y SIN BAJAR LA TIJA..." (porque se le ha olvidado, todo hay que decirlo).
Me armo de valor y comienzo el descenso, sin prisa pero sin pausa, intentando controlar los extraños que me va haciendo la bici, cruzándose totalmente debido a las piedras. Cuando llego abajo los que están observando me dicen el miedo que han pasado viéndome bajar, aunque sobre la montura no se veía tan mal; Iván y Sandra repiten, pues quieren bajar más rápido.
Entramos en el camino de los Paporros, que no es un camino sino un sendero al que el agua del invierno ha horadado haciendo casi imposible transitar por él. En el último tramo Paco nos vuelve a demostrar sus habilidades sobre la bicicleta.
Llegamos de nuevo a Llano Alto y de aquí bajaremos a Béjar por todos los atajos, pero hoy cogeremos uno nuevo pasado el Castañar, un sendero escondido, tan vertical que apenas conseguimos retener las bicis, muy divertido, estrecho y entre árboles que nos lleva casi hasta la misma carretera.
Sólo nos queda tomar una cerveza para relajarnos después de una ruta corta pero MUY DIVERTIDA.

MGJ.

14 de abril de 2013

Por la Sierra de Guadarrama

Tramo técnico de subida.
He cambiado los robles por pinos, la Sierra de Béjar por la Sierra de Guadarrama, siempre en el Sistema Central, y es que aprovechando que pasaba el fin de semana en Madrid pedí a los "outzones madrileños" una ruta por estos parajes.
El día ha acompañado, soleado y de temperatura muy agradable, el segundo después del de ayer verdaderamente primaveral; tanto que me he sorprendido al ver bajar del coche a Antonio y Adrián vestidos de corto.
Comenzamos pedaleando en el aparcamiento del Embalse de La Jarosa para entrar en calor subiendo por buena pista durante unos 10 km hasta el Collado de la Mina, donde descendemos unos metros por carretera de mal asfalto para seguidamente desviarnos a la derecha y descender hacia el mirador de la Peña del Águila (al que no llegamos). Debemos atravesar una cancela y aquí nos encontramos con un grupo de ciclistas que suben por la ladera que descenderemos nosotros; es un grupo nutrido y con bicis muy endureras: un par de Orange con amortiguador de muelle, Canyon Strive y Torque, Cannondale Jekyll... y los riders con protecciones, algún casco integral... acariciando el "lado oscuro".
Continuamos el descenso por el camino de la Peña del Águila inicialmente con bastante piedra suelta por la acción de las abundantes aguas del invierno y más abajo más limpio y rápido, siempre entre pinos, para llegar a San Rafael; todo el descenso lo hemos hecho en la provincia de Segovia, y ahora comenzamos el ascenso hasta el Alto del León por diferentes pistas, sendas técnicas y trialeras, por el GR-88 y Cordel de la Campanillas para terminar coronando por la vertiente madrileña. Cruzamos la carretera y cogemos la carretera que va a Peguerinos, pero enseguida la dejamos para coger una senda que nos enlazará con la Cañada Real Leonesa; este tramo es un constante sube y baja, pestoso, y nos va a terminar llevando a la misma cancela donde antes encontramos al grupo de ciclistas.
Seguimos subiendo por el camino que bajamos al comienzo de la ruta hasta alcanzar la carretera, pero en lugar de dirigirnos al Collado de la Mina nuevamente, la cruzamos y tras una ascensión técnica de poco menos de 1 km llegamos al Cerro de la Salamanca (lo dejamos a nuestra izquierda) para comenzar el descenso final: 3 km iniciales de piedra, en algunos momentos bastante técnicos, encajonados, y finalmente un tramo de unos 7 km entre los pinos, una senda rápida, muy revirada y divertida que nos lleva al mismo aparcamiento donde tenemos los coches, ahora lleno de gente.
Ha sido una ruta muy divertida, con todo tipo de terreno para poner a prueba nuestras fuerzas, técnica y habilidades sobre las bicis, siempre acompañados de sol y una temperatura agradable.
Para descargar el track seguid el enlace.

MGJ.