COMPRA TU CAMISETA

1 de febrero de 2016

Patones Enduro Extrem, versión Outzone

Laran
Cambiamos de escenario; nos vamos a Patones, en la Sierra Norte de Madrid, así que me toca madrugar porque tengo 3 horas de viaje y hemos quedado a las 9 de la mañana. Para esta ruta somos muchos más de los habituales, 14 ciclistas en total y no todos de Outzone aunque sí la mayoría.

Es una zona por la que nunca he montado pero que gusta bastante en la comunidad madrileña, tal vez por haberse celebrado en años anteriores una carrera de enduro en la zona, la Canyon Enduro Extrem y cuyo track de la edición de 2014 es el que llevamos de referencia para nuestra ruta. Y digo de referencia porque si bien es el recorrido que seguiremos inicialmente al final lo acortaremos para adecuarlo a nuestros gustos y horarios.

En esta zona abunda la pizarra, recordando en parte al terreno por el que nos movemos cuando nos desplazamos a Las Hurdes; pero sólo en parte porque si la piedra es similar debo decir que me gusta más la sierra extremeña por ser más frondosa. El terreno hoy es árido, monte bajo compuesto por jara, romero en la parte inicial, algo de espino y zonas con piornos; los árboles son anecdóticos quedando para la cara norte de esta sierra y fruto de repoblaciones pasadas, pero que nos van a deparar un descenso corto y divertido por un sendero ratonero en el que iremos esquivando los troncos de los pinos.

Las subidas son tranquilas, como siempre; la primera es algo más técnica al ser por sendero estrecho y con un desnivel no muy acusado pero tal vez algo más pronunciado en conjunto que la de la segunda parte de la jornada; una vez llegamos al inicio del descenso podemos disfrutar de un trayecto estrecho sobre piedra que en muchos casos está afilada y nos obliga a ir con cuidado de no rajar las cubiertas. El descenso es rápido y sin grandes dificultades (alguna más en la parte final) pero el desconocimiento total del terreno no me permite disfrutarlo en su totalidad.

De nuevo en Patones de Arriba comenzamos la segunda ascensión de la jornada; inicialmente coincide con la primera, pero llegados a un cruce cambiamos de dirección y ahora nos moveremos por pista hasta el Collado de la Cabeza, donde se encuentra el punto más alto de nuestra ruta a unos 1265 m. Aunque la ascensión es pistera en la parte final debemos afrontar un par de tramos de cortafuegos con un desnivel que obliga a muchos a echar pie a tierra y otro tramo corto de porteo. Arriba, junto al vértice geodésico, nos deleitamos con las vistas del embalse de El Atazar y la sierra al norte; la meseta al sur.

Embalse de El Atazar
El descenso ahora será corto, una primera parte como he mencionado anteriormente por el pinar para desembocar en una pista que bajamos unos metros, pero decidimos que no es lo que hemos ido buscando y volvemos a pedalear la pista arriba para afrontar otro corto tramo de cortafuegos antes de comenzar la última bajada. Esta será más larga, casi siempre por sendero, con la pizarra amenazando nuestras ruedas y nuestros cuerpos en caso de caída, algún pequeño tobogán, un corto tramo de pedaleo, una bajada con miga porque al marcado desnivel se le suma el suelo cubierto de piedra suelta que hace complicado tomar las curvas e incluso el poder frenar.

Finalmente llegamos al punto de inicio con el grupo mermado, ya que por diferentes motivos hemos ido perdiendo unidades a lo largo del trayecto (compromisos familiares, cansancio acumulado, cambio de recorrido...). La ruta ha sido divertida y ahora toca reponer fuerzas antes de emprender de nuevo el camino de regreso.

Para ver las fotos pinchando en el enlace.


MGJ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario