COMPRA TU CAMISETA

26 de septiembre de 2017

La Batalla del Inframundo


Hacía mucho que no disfrutaba de un fin de semana como el pasado, gozando de la bicicleta y de la compañía. Con motivo de la celebración de LA BATALLA DEL INFRAMUNDO, "una competición de MTB en formato all mountain o trail, de carácter no competitiva" como reza textualmente en el reglamento de la prueba y sabiendo que Iván y Sandra no se la iban a perder decidí darme el gusto de volver a montar por los senderos de Zona Zero unos años después de mi primera y única visita hasta el momento.


¿Qué es Zona Zero? Si eres un apasionado del trail, all mountain o enduro casi seguro que lo sabes, pero si no es así el Centro BTT Zona Zero Pirineos tiene su sede en Aínsa, Villa Medieval y monumento nacional histórico artístico, situada en la comarca del Sobrarbe en pleno corazón del Pirineo Aragonés en la confluencia de los ríos Cinca y Ara. Y en pocos años se ha convertido en algo así como la meca del enduro a nivel europeo.


¿Qué es LA BATALLA DEL INFRAMUNDO? Es más que lo dicho unas líneas más arriba, es una prueba de enduro ambientada en el medievo tanto por el entorno con los pueblos abandonados y parajes por los que discurre (sin apenas rastro de la vida moderna) como por la caracterización de los organizadores y figurantes a lo largo del evento.


El recorrido está basado en una de las rutas más características del centro, Viaje al Inframundo, aunque ni se recorre en su totalidad ni es la única ruta presente en el trayecto, recorriendo tramos de otras como La Coasta doble o Miradores de Aínsa y Morillo. El reto son 60 km y 2150 m de desnivel acumulado (en los últimos tiempos parece ser imprescindible hacer referencia al desnivel para hacernos una idea de la dureza del recorrido) y como no es competición no hay más premura que salvar los tiempos de corte establecidos por la organización a las 13:00 y 16:15 horas en los kilómetros 23 y 39 respectivamente, saliendo a las 8:30 de la mañana y con tiempo límite para terminar a las 19:00. 


Encontramos 4 ascensiones principales con sus 4 descensos, cada uno con diferentes características en cuanto a terreno y exigencias físicas y técnicas; y digo principales porque hay tramos intercalados en los que se alternan pequeños sube y baja que van minando nuestras fuerzas. Es por todo ello que desde el inicio establecemos un ritmo muy tranquilo en las subidas para disfrutar y "desatarnos" en los descensos, en los que encontraremos de todo: senderos de firme perfecto unos, tramos con cantos otros; zonas reviradas entre los árboles, veredas sembradas de raíces o piedras, dunas de fósiles; trechos en los que parece hacerse de noche por la vegetación tan tupida y otros donde no hay para resguardarse del sol. Descensos que en algún caso fueron tramo cronometrado en la prueba de las Enduro World Series disputadas en la zona en 2015 como el de Buil a Sarrato o que lo serán en las futuras EWS 2018.


Antes de terminar la segunda ascensión llegamos a Morcat, un pueblo abandonado en el que se ha instalado el avituallamiento principal; y como no es una prueba convencional tampoco lo es éste, ofreciéndonos frutos secos, jamón y queso para picar, y el plato fuerte con huevos fritos, butifarra y pancetas. De hecho a más de uno no le sentará muy bien el abasto.


En la parte final, cuando las fuerzas escasean, hay que tirar de fuerza de voluntad para finalizar sin abandonar antes de tiempo; pero la satisfacción de terminar y el disfrute de un descenso más aún estando casi al límite de las fuerzas puede más que cualquier otra cosa. Por la noche cena y fiesta a cargo de la organización ponen la guinda a la jornada. 




Y el domingo antes de emprender el viaje de vuelta no nos resistimos a una ruta corta que en su día fue uno de los tramos de las EWS 2015. Hay que aprovechar al máximo, que no nos queda muy a mano.


MGJ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario